El aguacate es un cultivo de alto valor y popularidad global, pero su demanda de agua, combinada con la creciente escasez hídrica, presenta un desafío crucial para su sostenibilidad. En regiones como España, donde la sequía se intensifica y el precio del agua para uso agrícola varía y es significativo (con costes unitarios que pueden oscilar entre aproximadamente 0,10 €/m³ y superar los 0,40 €/m³ dependiendo de la fuente y la comunidad de regantes), la eficiencia hídrica no es solo una opción, sino una necesidad económica y ambiental.
Un árbol de aguacate adulto puede necesitar, en los días más calurosos del verano y dependiendo de la zona climática y las características del suelo, entre 45 y 60 galones de agua por día (aproximadamente 170 a 227 litros/día) mediante un sistema de goteo.
La huella hídrica del aguacate en España oscila entre 1.100 y 2.000 litros por kilogramo de aguacate en algunas zonas, aunque se ha demostrado que con técnicas de riego optimizado esta cifra puede reducirse drásticamente, como en cooperativas que han alcanzado 314,78 litros por kilo. Este consumo varía enormemente según las condiciones climáticas locales, el tipo de suelo y, fundamentalmente, las técnicas de riego aplicadas.
Las condiciones climáticas extremas, como las olas de calor y la sequía prolongada, aumentan la evapotranspiración y el estrés hídrico de los árboles, reduciendo el rendimiento. El aumento de la demanda en un contexto de escasez eleva el coste operativo del agricultor, no solo por el precio directo del agua, sino también por los gastos energéticos asociados al bombeo y distribución.
La presión por la disponibilidad de agua también ha llevado a situaciones insostenibles, como la sobreexplotación de acuíferos en algunas regiones, lo que subraya la urgencia de adoptar prácticas más responsables y eficientes.
Aplicación en polvo. Se realiza durante labores de cultivo previa en la preparación del terreno; puede ser manual o con maquinaria. Para después efectuar un riego pesado. El objetivo es dejar el producto en polvo cerca de las raíces, en el bulbo radicular de la planta.
Se realiza en cualquier etapa fenológica del cultivo. Se hidrata el Agua Sólida a un mínimo 80% de su capacidad. Ejemplo 1kg en 200 litros de agua ó 100 gramos para 1 cubeta de 20 litros.
Se coloca en la zona del bulbo radicular de la planta.
Las condiciones de manejo y aplicaciones se refieren a cielo abierto. La capacidad de retención del polímero se puede ver disminuida por condiciones de calidad y concentraciones salinas del agua de cada región.
El producto debe de estar bajo tierra y fuera del contacto de los rayos del sol.
Se recomienda que este por lo menos 10 cm bajo la superficie, con esto evitar su degradación y descomposición acelerada o incluso la pérdida de sus propiedades.
La dosis desmedida del producto puede provocar resultados adversos como hongos, o que las raíces de la planta o cultivo se pudran por el exceso de agua.
La cantidad de agua que se ocupa para riego ahora cambiará sustancialmente, así que el usuario es responsable de revisar periódicamente si la tierra o sustrato se encuentran con los niveles adecuados de agua para cada tipo de cultivo.
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